viernes, 23 de noviembre de 2007

ya no quiero ser mexicano...

Leer este libro fue muy gracioso y desagradable en ciertas ocasiones.
Es muy sorprendente aprender sobre las diferencias tan radicales que existen entre un país como México y un país que se encuentra en otro continente tan distinto y desarrollado. Las diferencias empiezan desde su cultura, su lenguaje, costumbres y tolerancia a situaciones y comportamientos que para los ciudadanos mexicanos sería difícil de asimilar.
Es muy sorprendente la apertura y libertad con la que viven los europeos, en especial los holandeses. La capital de los Países Bajos, Amsterdam es la cuna de la perdición (por así llamarlo...), es muy extraño pasar caminando por la Zona Roja y observar las vitrinas donde las mujeres de toda clase, raza y estilo se exhiben para ser ´vendidas´, y aún más curioso, ver cuando alguna cortina ya está cerrada, pues eso significa que un ´negocio´se está concretando...
Igualmente, sus políticas con respectoa las drogas, tales como la marihuana, es muy leve y tolerante.
A pesar de todo lo raro y diferente que nos presenta el libro, podemos saber que Holanda es mucho más hermosos que una descripción negativa.

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